Uno de los mejores restaurantes de la zona. La comida, buenísima. La carta un poco reducida, pero cambian algunas cosas con el tiempo. Una buena relación calidad-precio. Es genial tanto para cenar como para comer, y con una terraza exterior que durante el día da el sol. Recomiendo las croquetas del día, el milhojas de berenjena (siempre lo pido) y de postre la tarta de queso.
Jose Maria Sierra Oliva
+5
En una pequeña calle se esconde el restaurante. Sorprende ir paseando y ver la terraza que tanto llama la atención. La carta es pequeña pero con platos interesantes. El servicio es mejorable, tras sentarnos tardaron en ponernos la carta y en el momento del postre tardaron unos 40 minutos en atendernos y luego traerlos.
En cuanto a los platos, cualquier elección será buena. El hummus muy fresquito y ligero, la croqueta muy sabrosa. La sardina también buena elección... Con de postre nos quedamos con ganas de probar aquello que no tenían. Y otro aspecto negativo, es que nos dijeron tener la máquina del café rota y no podían servir. Los precios muy ajustados. En definitiva, lo recomiendo.
Un lugar con encanto y especial. Es una antigua casa con terraza, muy agradable. La Comida, rica, creativa y saludable. Hay comida a la carta y un menú de 20€.
El hummus de lentejas buenísimo y las berenjenas también.
Las sardinas ahumadas dignas de mención, también.
Muy recomendable.
Sinceramente, me encantó el local. Es precioso cada rincón, y la decoración (en especial la terraza) es fantástica. Ahora bien, las pegas vienen con la carta: es muy escasa. Tienen muy poca variedad de platos. Eso sí, los platos son exquisitos, cómo por ejemplo las bravas con albahaca y el panecillo taiwanés. De precio anda entorno a los 20 euros la cena, quizás algo caro para la ración de los platos. No obstante hay que pensar que los platos se salen de lo común, con lo que su precio queda justificado. Recomiendo encarecidamente dejar un hueco para las tartas. Son espectaculares, de lo mejor que he probado en postres caseros. De 10.
Buena calidad y magnífica presentación de los platos. La comida nos ha sorprendido gratamente. Todo estaba muy rico y los sabores eran especiales. Música ambiental muy tranquila. El personal es correcto; no íbamos a que nos entretuviera, sino a su casa a comer. Precio muy adecuado.
Platos creativos en un ambiente informal pero acogedor. Eso sí, si tienen montada una mesa para grupo amplio, el nivel de ruido que montan es excesivo.
El cubierto, sin cortarse ni excederse en lo que se pide, sale por unos 25€.
El trato de los camareros, correcto, aunque demasiado serios. Eso sí, conocen bien la carta y recomiendan con buen criterio.
Recomendable reservar.
Nada más entrar al local te das cuenta que estás en un sitio especial. La decoración, la música y la atención invitan a hacer una parada relajada en este restaurante. La comida muy buena, en especial el mil hojas de berenjena. Hay que decir que los precios no son baratos pero vale la pena hacer una excepción de vez en cuando y visitar este local.
No pongo las 4 estrellas porque quiero.volver y probar más cosas para poder decidirme, ya que las cosas que probé llevaban en su mayoria de base albahaca, y tenía un sabor muy fuerte que eclipsaba el.sabor.
Y por la tarta de chocolate que estaba buena pero muy muy seca.
Pero 💯 recomendable pedir:
-Las patatas al.ajoaceite de albahaca
-las croquetas del.dia
-La ensada de pera al.vermut( espectacular)
-y el milhojas de queso de cabra y berenjena ( buenísimo)
El.postre hay que innovar porque no me.convencio.
Pero el.detalle de las chuches luego me.encantó
Muy buen lugar donde ir a cenar, comida muy buena y todo elaborado allí, la presentación de los platos muy bonita y el local tiene un rollo vintage muy bonito.
La hamburguesa que me comí de 200gr estaba espectacular, el mil hojas de berenjena soberbio y los postres caseros brutales, el precio acorde con lo que se come.
Local agradable con una decoración moderna/retro. En invierno hace un poco de fresco, pero se está bien. El personal es amable y atento. El servicio fue bastante rápido y los platos salieron a buen ritmo. La ensalada del jefe es grande y abundante. Las bravas más clásicas están buenas, pero tienen otras bastante originales con allioli de albahaca y parmesano. La presa Angus con un punto bastante bueno, pero algo fría de temperatura. El pan bao muy sabroso y con una combinación de sabores y texturas muy acertada. Los postres caseros sencillamente brutales. La tarta tatín de manzana espectacular, la tarta tres chocolates muy compacta, aunque más convencional. El tiramisú con una presentación a modo de trampantojo servido en una maceta, con su flor comestible y todo. En resumen, lugar muy interesante para probar cosas ligeramente diferentes al resto de locales de la zona. Precios muy razonables.
Local agradable con terraza. La carta no es muy extensa, lo que se agradece... comprende tapas originales y muy bien elaboradas. Las bravas con ajoceite de albahaca espectaculares y el humus muy bueno. Hemos cenado 4 tapas por apenas 13 euros por persona. El trato es muy cercano, lo recomiendo.
Lugar maravilloso, un trato muy especial del dueño a sus clientes, la comida nos pareció riquísima!
Un entorno bonito y con encanto, todo está rico. Si no pongo las 5⭐ es porque al personal le faltan atenciones (y esto forma parte de la profesionalidad de un buen servicio) ¿quizás mucha carga de trabajo?. Venga chicos, sonreíd más...
Probamos un montón de platos de la carta. Pero sobretodo, ¡el hummus y la ensaladilla rusa! Muy recomendable si estás por Benimaclet
Local con decoración cuidada. La comida diferente y con sabores originales como el humus o las bravas de albahaca, etc.
Buenos vermuts y postres... recomiendo la tarta de zanahoria.
No nos cansamos de volver!
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