Bar situado en la calle serrería a unos metros de la estación de metro. El local es pequeño pero dispone de terraza. Tienen gran variedad de bocadillos y tiene dos tamaños el mediano que es grande y el grande o entero que es para gente que come mucho. El servicio de los camareros es rápido y atento. Los cuartos de baño aunque antiguos están muy limpios y huelen a jabón. Volveremos.
Podría decir que me he comido un bocadillo grande, 7,10€ muy buen precio.
La camarera muy eficiente y amable, lo que hacía agradable la estancia. Señor de la barra, serio y distante, para mí parecer debido a la gran carga que llevaba haciendo bocadillos, poniendo cafés y bebidas para la gran clientela que había.
Creo que falta personal para que el servicio vaya más fluido y evitar errores .
Disfruté de una agradable comida en el bar Serreria. Comida tradicional y sencilla, con muy poca sal, pero se solventa teniendo el salero en la mesa. Pedí arroz con acelgas y estuvo muy bien, con trocitos de costilla, patata y el arroz entero. De segundo escogí lenguado a la plancha acompañado de patatas y verduritas, con un bocado muy suave y en su punto. De postre tarta de queso, resultó que también era casera (a excepción de la nata). Una tarta sabrosa y poco compacta, muy suave en paladar.
Servicio rápido y simpático.
Precio unos 12€.
Incluye primer plato, segundo, pan, bebida postre o café.
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