Carta bastante diferente, mezcla de ingredientes que a priori parece que no tiene sentido, pero todo bastante bueno. Las porciones no son muy grandes, pero muy buena presentación. Dentro huele bastante a "fritanga", habría que arreglar la extracción de humos porque no es demasiado agradable estar sentado allí. Podrían haber cuidado un poco más la decoración. Servicio correcto, las camareras simpáticas. Calidad precio correcto.
Me ha encantado, restaurante efímero con pinta de querer quedarse o crecer por si mismo. Pizzas brutales, contundentes, con productos de siempre pero sabores sorprendentes. Para cuatro personas hemos pedido 4 cocas y un entrante, el entrante era el roast beef, brutal, las cocas brutales pero si te gusta el steak Tartar no te vayas sin probarla. Nos hemos quedado para salir rodando. 6 bebidas. Hemos salido a 22€. Más caro que una pizzería, pero es sorprendente. Es Ricard. El local está sencillo pero original, perfecto lugar para improvisar. Eso si, al baño te tienes que ir a la otra parte del mercado, pero es comprensible a sabiendas de que es un restaurante temporal.
La decoración esta espectacular, muy original, para cambiar de aires y del agobio del centro de la ciudad, la música incita a pasar un buen rato con familiares. La comida es correcta, bastante buena y de una calidad elevada. El trato del personal muy bueno, atentos y amables todo lo que se le puede existir a un restaurante.
Un restaurante "pop-up" nacido de la nada, en el Mercado de Colón. Un éxito probablemente inesperado, que no significa no merecido.
Unas instalaciones temporales que tenían que permitir de atender los clientes durante la reforma del Habitual (el famoso restaurante de Ricard Camarena) se han convertido en un local permanente.
La decoración es súper original, pues parece de estar en plena obra de construcción (quizás si buscas intimidad no es la opción mejor, también porque hay mesas compartidas; en cada caso te lo dicen de antemano)
El plato fuerte son las mismisimas CocaLocas, ni pizzas ni propriamente cokas, pero una buena mezcla capaz de satisfacer todos los paladares.
Personal amable. Buen servicio. Precios más altos que la media, pero aceptables.
Abierto todos los días de 13:30 a 23:30. No es posible reservar; solo cola "viejo estilo".
Utilizamos el servicio delivery y fue todo un éxito. Pedimos una cokaloca de pastrami y la Pekín de secreto ibérico y ambas estaban deliciosas. Ingredientes de 10 y una masa que pese al "take away" estaba crujiente y no perdía lo más mínimo. Después de la experiencia estamos deseando probarlas en el restaurante.
Un sitio para comer algo diferente, pero para mi gusto escaso. Todo muy rico si, pero ponen poca cantidad para el precio que ponen en una ensalada. Buena atencion y el local es muy chulo, pero si los platos fueran mas abundantes...mejor
Cenamos en CocaLoka de casualidad, estabamos en el Mercado de Colon y bajamos a ver si habia algo nuevo, y preguntamos si tenian una mesita para dos y si, aunque esperamos unos 10 min, pero no teniamos reserva asi que es comprensible. Me llamo mucho la atencion la amabilidad de todo el equipo, la verdad es que en ese aspecto un diez a todo el equipo. La cena estuvo muy bien, un entrante y un principal para cada uno y quedamos encantados. El guacamole está espectacular, merece la pena probarlo. La unica pega, las sillas, son un poco incomodas. Por lo demas todo estupendo.
Divertida apuesta de Ricard Camarena para llevar al centro de Valencia algo tan típico como las cocas. La carta se completa con ricos entrantes y ensaladas. Muy recomendable tanto en grupo como en pareja.
Como siempre Ricard Camarena no defrauda, unos entrantes muy ricos y unas "pizzas" muy buenas. En especial me ha gustado la coca de Guanciale, ¡espectacular!
Mara Silvestre Aguilar
+4
El servicio ea rapidísimo y muy atento.
Las pizzas/cocas están buenas, aunque la de steak tartar no la recomiendo.
Lo mejor sin duda es la tarta de queso, BRUTAL.
Los precios un poco caros para ser cocas, pero claro pagas el ser Ricard Camarena.
Restaurante alternativo de la mano de Camarena, que se concibió como efímero (de ahí la decoración alternativa) pero que parece ser que llegó para quedarse. La materia prima es de alta calidad; tanto las cocas como los postres que probamos estaban excelsos. No obstante, sí que es cierto, y por eso no le pongo cinco estrellas, que los precios son bastante elevados.
Otra maravilla de Ricard Camarena. Si vuelvo seguramente repita la cocapizza guancial y la tarta de queso... Que maravilla, casi lloro. La camarera excelente, un amor. Volveremos!
Comida de calidad. Servicio impecable. Las cocalokas (ni pizza ni coca) son una mezcla de sabores diferentes, bien estudiados y que encajan muy bien. Si quieres atreverte aconsejo la de pastrami; por un sabor más clásico la de bufala.
Deseando que este restaurante “efímero” deje de serlo y no se vaya nunca. Toda las pizzacocas están buenísimas. Me parece un concepto estupendo. No tenemos nada que envidiar a las pizzas italianas. Tenemos algo muy nuestro que Ricard Camarena ha sabido reformular de una manera inmejorable!
Otra sorprendente idea de Ricard Camarena. Originales combinaciones gratas al paladar, en un ambiente muy acogedor y con un servicio esmerado, y con un precio muy asequible. Muy recomendable y seguro que repetiremos.
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