Fuimos a comer. Nos dijo el camarero que el pescado era del Mercado Central y la verdad es que el sepionet estaba muy bueno, con habas que se deshacían en la boca. El arroz al forn, también. Pedimos pan con ajoaceite y tomate, el pan era industrial. Lo más flojo. Un lugar para repetir.
Bar con terraza, nunca hemos estado dentro. La ubicación es perfecta porque está en una plaza y los niños pueden jugar, correr...
Siempre hemos cenado de tapas con algún bocadillo.
Esta bien para salir una noche en plan improvisado porque siempre suele haber alguna mesa libre.
Es mi sitio de almuerzo. Un lugar con encanto y solera. Los bocadillos son espectaculares y variados. Yo suelo pedir medio, que es como un bocadillo pequeño, y puedes batir entre diferentes tortillas, jamón y queso con tomate, huevos fritos con huevo, y un largo etc… La terraza es enorme y los dias con buen tiempo (que en Valencia son casi todos) es un placer tomar el almuerzo, el café, la cena o lo que se tercie. La atención es fantástica porque son buenos profesionales, tanto cocina como camareros trabajan como una gran familia. Es de los lugares que tienen que proporcionarse como patrimonio socio-cultural de la ciudad y que muestran una forma de ser y vivir la gastronomía y el día a día de los valencianos.
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