He ido a comer con un amigo y, aunque creo que el local está sobrevalorado, ha estado todo muy rico. Hemos pedido una hamburguesa Kevin Costner (exquisita, la salsa que lleva le da un toque espectacular, y si además le añades la salsa bbq que traen de acompañamiento con el plato, el sabor se eleva aún mas) y una La Macabra (rica, pero seca al no llevar ninguna salsa, no creo que repita con ella), acompañados de unas patatas finas (patatas fritas sin más) y unas rústicas con el extra Enquésame y Bacon (muy buenas, con un toque amargo). De postre hemos pedido dos Frozen: un original y uno de limón. Pese a que las hamburguesas estaban deliciosas, no se puede decir lo mismo de los postres: mucho azúcar en tan poco sabor, no parecen postres de calidad que puedan siquiera acercarse a la altura de los platos principales. No los recomiendo. Por otro lado, el local no está mal, hemos ido cuando estaba vacío y no parece estar sucio ni nada así, aunque dista de ser acogedor. El servicio, pasable: aunque el primer camarero no ha dicho nada malo, sus maneras y actitud han dejado un poco que desear. Por suerte, su compañero ha sido más agradable más tarde. Todo por un total de 52€, algo caro para lo que se da pero bueno. Volveremos a comer en alguno de los locales de la marca.