Bar familiar, la tapas típicas de Cuenca están muy buenas, un buen morteruelo que nada tiene que envidiar a los del Tubo. Libros, etc. También es muy recomendados sus platos combinados muy económicos. El servicio fue atento aunque al ser solo dos, una mujer en cocina y un hombre sirviendo hace que si llegan todos al mismo tiempo tarden en servirte. Si no quieres esperar ves antes o después de las horas puntas. Tiene 4 mesas en la calle y dentro aire acondicionado. Recomendable. Para ir con niños hay parque cerca aunque no se puede ver desde el bar. Con lo cual no se les puede controlar sentados desde fuera o dentro.
Nuestro sitio favorito para comer cuando no nos apetece cocinar. Tapas de Cuenca, lo lleva una pareja encantadora. Ella dentro de la barra, y él fuera. Es impresionante como puede llevar el restaurante él sólo! Yo sería incapaz, y nunca les verás una mala cara o un mal gesto. Y por si fuera poco, a precios muy populares. Una joyita que tenemos por suerte al lado de casa.
Primera vez que iba, recomendado por unos familiares. Muy buenos platos a precios populares. Gran relación calidad precio. Volveremos.
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