Lugar original en el centro de Vic.
Me dejé aconsejar por la recomendación de una amiga y no me arrepiento.
Lugar original con platos originales y con buenos sabores.
Precio bastante aceptable, teniendo en cuenta los platos y las materias primas.
Si tuviera que decir alguna pega, diría: 1) un poco lentos a la hora de tomarte la nota y de traerte los platos, 2) cortos en los platos disponibles (les faltaban bastantes platos de la carta).
Les volvería a dar otra oportunidad.
Excelente nivel gastronómico gracias a su maravilloso chef Oriol.
La calle te acompaña a llegar ... Como un camuflaje de la Generación del 98, modernista, se respira arte..
Ante todo Gracias por el trato, la palabra es "eficiencia": atención, humildad, profesionalidad y simpatía, que se convierte en un regalo para el paladar, exquisito.
"Cuando lo recomendado se hace real", se agradece en estos tiempos de aspereza, una atención tan personalizada y humana.
Gracias
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