2 veces cene en el local, la primera me atendió una chica joven Morena con dejadez absolta, sin ganas, ni siquiera me comentó lo que había fuera de Carta.
La segunda otra señora bastante más correcta y atenta.
La comida buena casera, bien presentada y sabrosa.
Croquetas caseras buenas, Jamón ibérico envasado al vacío no cortado a cuchillos aceptable, entrecotte muy recomendable, postres bien sin más.
Restaurante de comidas muy casero, platos sabrosos y bien elaborados.
Menú de mediodía 14€
*Pimientos rellenos de bacalao y langostinos con arroz blanco.
*Bonito a la plancha, patata hervida y ensalada.
Postre - Mousse de yogur y toffee.
Pan, bebida y postre.
+ Buena calidad y precio.
- Celeridad en el tiempo de comer, por tener la mesa reservada.
Fuimos a cenar en la terraza, tienen opción de pedir medias raciones, la tortilla jugosa, croquetas y cecina espectáculares y un jarrete que se deshacia de lo tierno que estaba. El personal amable y un punto extra es el pan, tienen un pan que se nota que está fresco con una miga muy rica. Mi acompañante quedó encantado con el licor café, que no era de los típicos de supermercado. Volveremos
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