Ando de escapada romántica con mi chico y, por sugerencia suya, hemos ido a cenar. La verdad es que es un local muy bonito y elegante por dentro. El ambiente era agradable, tranquilo y acogedor, realmente perfecto para una cena en familia o en pareja. Las camareras y camareros son muy amables y atentos, nos ha gustado mucho que tuvieran tantos detalles con los clientes. Cómo era la primera vez que íbamos, y seguramente hasta dentro de un tiempo no podremos volver, hemos decidido empezar con un par de tapas y luego dos pizzas. Los entrantes eran patatas bravas, las cuales nos han sorprendido por su asombrosa presentación (parecían patatas ruffles) y por su sabor y textura; y la segunda tapa eran saquitos de morcilla, que estaban perfectos: no eran aceitosos, la pasta crujiente, la combinación del vinagre de módena con la morcilla era exquisita... La pizza que yo he pedido era la Zero, una combinación de foie, manzana, cebolla confitada, un toque de fresa con la salsa tómate y la mozarela, se ha convertido en mi tercer plato favorito con algo de pato. ¡Me comería una cada semana! Mi novio se ha pedido la 7 nit (patatas fritas, frankfurts, mozarela y tomate) y estaba muy rica, deliciosa según sus palabras. De postre hemos tomado brownie con helado de vainilla, chocolate y nata, y coulant con helado de vainilla. ¡Que cosas más ricas! Se notaban que estaban recién hechos. Hemos pagado en total unos 43€ aproximadamente (2 tapas 8,95€, 2 postres 8,95€ y cada pizza 9,95€). Precio merecidísimo por la buena calidad. Prometemos volver.

Es un sitio muy agradable para ir , ambiente acogedor, moderno y la comida muy buena .