Típico acogedor bar de pueblo. No puedo decir nada de comida porque sólo paré ahí a echar un descanso. Un ambiente bastante bueno, cerca de la bonita plaza de Villalpando.
Un bar de los de siempre, donde te reciben con una sonrisa y un buen café y pincho, no se puede pedir nada más, por cierto no soy del pueblo, que me llama la atención algunos comentarios, jamás note diferencia de trato en absoluto.
Marisa Blanco Alvarado.
+5
Me encantò. La amabilidad sus tapas y la tranquilidad de tomar una cervecita en un buen sitio
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