Me complace decir que es un lugar tranquilo, con música para relajarse y una comida excelente, tal vez muy sabrosa, pero es cuestión de gustos. Servicio correcto, sin florituras.
Repetiré sin duda, porque lo que vi y sentí me gustó, espero poder poner las 5 estrellas para la próxima!!
Una buena comida en el centro de Zahara.
Ahora en invierno es de los pocos que se mantiene abierto, y se notaba el ambiente de gente habitual.
Empezó la noche con un ambiente tranquilo, con música clásica en un altavoz y poca gente, perfecto para una cena agradable en la que todo estaba muy rico, destacando las brochetas de atún y el cazón en adobo (que estaba fuertecito, como debe ser el adobo). Las croquetas de rabo de toro también riquísimas, y la ensaladilla de pollo al curry no estaba mala, pero era solo pollo, por lo que se quedaba un poco básico... Acabando la cena, el ambiente se animó con música y un ambiente más relajado e igualmente agradable, que invitaba a beberse una copa. Terminamos la copa con muy buen sabor y deseando volver.
Encantador restaurante donde nos atendieron con especial cariño y simpatía. De la comida recomiendo el tartar de atún y las croquetas de solomillo de atún que son una auténtica locura.
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