La cercanía y atención en el Hotel queda latente desde el momento que entras por la puerta. Un lugar para relajarse con la familiaridad y cariño de cada uno de sus miembros y disfrutar de la gastronomía preparada con esmero. Excelente comida y vino. Habitación renovada, espaciosa, luminosa y confortable. Entorno apacible y tranquilo con el rio Gállego pasando por el pueblo. Sin duda, Hotel para recordar, su dedicación no deja indiferente.
Un hotel pequeño y tranquilo, pero con habitaciones muy lindas y acogedoras, la habitación que nos dejaron tenía una terraza con unas vistas preciosas y además contaba con un pequeño salón con sofá cama y nevera. La habitación estaba limpia y ordenada. Seguramente sí pasamos otra vez por allí repetiremos!!
Excelente servicio donde los empleados y propietarios son muy amables y estan por ti en cualquier momento.
La comida excelente, repetiría sin duda.
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