Un lugar espectacular. La comida de sobresaliente. Todo el conjunto lo hace una experiencia única.
Increíble lugar e increíble chuletón con un sabor delicioso. Croquetas de jamón muy cremosas. Me falló un poco la torrija (8€), si no es por el helado, lo que es el brioche empapado no sabía a nada, incluso tenía un punto amargo extraño. Volveré porque me quedé con las ganas de probar el tataki de atún.
El lugar es súper bonito. El restaurante también. Comimos de lujo, estaba todo buenísimo. Algo que no nos pareció muy bien es que sin pedirlo nos sacaron una botella de agua, pensamos que era agua del grifo. Sorpresa en la cuenta porque era agua que nos estaban cobrando. Y otro punto negativo fue que pasamos frío, estaba la chimenea y la cale puesta pero aún y todo hacia "fresco" en el lugar. Volveremos en primavera porque un día soleado tiene que ser genial poder pasar por allí.
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