Bonito restaurante situado en la misma plaza del ayuntamiento, comida rica, recomiendo la ensalada de la casa para los que les gusta la pasta. La tarta de queso muy rica. No doy las 5 estrellas por la limpieza, la cristalera interior que separaba las dos zonas del comedor estaba muy sucia, me tocó justo delante de mi mesa .
MUY RECOMENDABLE.
Como guía acompañante, suelo visitar en numerosas ocasiones Ávila con grupos.
Así que en cada ocasión suelo elegir un lugar diferente para probar, y hoy tocó este restaurante, en plena Plaza del Mercado Chico.
Me ha sorprendido (para bien) el precio del menú 1 (más barato que el menú 2): 14,5€ por dos platos, pan, bebida y postre. Está muy muy bien.
Elegí de primero Judías del Barco de Ávila, como segundo Pollo asado y como postre Tarta de Queso.
Las judías estaban muy buenas, muy bien presentadas, y no tardaron más de 5 minutos en servirlas desde que las pedí. El emplatado es en una pequeña cacerola, y sinceramente, aunque a primera vista me pareció pequeño, llenan bastante y es una ración muy bien pensada para tener un segundo y postre detrás. Incluso dejé unas pocas porque no iba a poder con el pollo.
Ha sido entregar el plato y ya tenían el segundo preparado. Literalmente, 5 segundos ha tardado la chica en traerlo.
El pollo estaba muy rico también, acompañado de patatas fritas.
Para finalizar, la tarta de queso ha sido una de las mejores tartas de queso que he comido en mi vida. Estaba increíble.
Estoy embarazada de 7 meses y mi niña ha bailado con cada plato, así que intuyo que le ha gustado tanto como a mí.
Sin duda, si vuelvo a Ávila, no dudaré en elegir este restaurante como primera opción.
También destacar el buen trato por parte de las chicas. Así da gusto.
Por último, destacar que tienen uno de los baños más originales en los que he estado, en cuanto a decoración. Pero eso os dejo descubrirlo a vosotr@s.
Fuimos a cenar a las 22:18 un día de diario y nos dijeron que a las 22:30 cerraban cocina.
Pedimos un cucurucho de calamares, un poke de salmón y 8 croquetas de jamón y boletus.
La comida estaba espectacular. Merece mucho la pena ir a probar esta comida. Además, si se puede comer o cenar en la terraza, muchísimo mejor.
El ambiente era muy agradable y el personal muy atento.
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