Un lugar acogedor te hace sentir que estas comiendo en medio de una montaña. La comida muy rica, los platos abundantes, yo comi el chuleton y la carne estaba exquisita era como una mantequilla, mi madre pidió pulpo a la feria y estaba riquísimo sin pimentón porque a ella no le sienta bien el pimentón y aun así tenía un sabor espectacular, mi esposo comió bacalao al horno y estaba al punto de sal perfecto, y era bastante cantidad, de entrantes perdimos unas croquetas de jamón muy ricas también y salpicon de mariscos que nos abrió el apetito de lo rico que estaba y de postre solo una tarta de queso al horno, y un sorbete de mango delicioso ya que no somos de dulces. En conclusión para repetir, os recomiendo.
Jesús Ángel Pérez-Roca Fernández
+5
De plato principal pedí Palerón de buey que estaba fuera de carta y estaba muy bien. Pero lo mejor fue el postre. Pedí tarta de la abuela porque es mi postre favorito y es la mejor tarta de la abuela que he probado en un restaurante. Estaba blandita (porque en otros sitios está muy compacta porque la sacan directamente de la nevera o incluso es de días anteriores y ya está algo reseca) y además el crumble de galletas Lotus y Oreo complementaba muy bien. Tendré que ir más veces para probar otras carnes. Pero el postre creo que no lo cambiaré 😎
Excelente menú degustacion con maridaje elaborado en este local con motivo del dia 14 de Febrero.
La relacion calidad - precio fue de las mejores , pudiendo degustar 6 platos incluyendo un vermuth para el aperitivo inicial , un albariño para el entrante, dos tintos para el pescado y carne, un licor para el postre y para finalizar, cava.
Las raciones eran abundantes y todo tenia muchisimo sabor, con un toque a brasa muy sutil.
Volveremos!
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