Fuimos un domingo a comer. Servicio excelente. Restaurante casero, vinoteca, muy atentos los dueños. La comida exquisita e muy buen ambiente. Recomiendo los cachopos, pedimos el tradicional y el de cecina y queso de cabra; buenísimos. Pedimos tambien para compartir un salteado de calamar con verduras, croquetas y un sandwich de lacon y queso acompsñado de patatas; el sandwich riquísimo. Los postres para derretirse: tarta de queso buenísima y coulant con helado. Recomendado 100% por la comida y por el personal y ambiente.
Aparte de ser un sitio agradable donde hasta el nombre tiene historia. En este rincón todo se hace con amor y gusto, una comida riquísima acompañada de unos anfitriones que su trato hace que te sientas como en casa. Muy recomendable. Gracias.
Tamara González Barroso
+5
Servicio bastante amable. Destacar la Fideuá, riquísima, las croquetas y el cachopo. Antes de servir la comida, como degustación nos sirvieron lentejas, ¡sabrosas!
Totalmente recomendable.
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