Fuimos a cenar después de mucho tiempo si ir. Cenamos de tapas y acertamos de lleno.
Pedimos calamares a la andaluza, lagrimas de pollo y huevos rotos. Los platos son abundantes.
Lo que más nos gustó fue el trato, ls cadencia con la que servían los platos y los calamares.
Llegamos y como queríamos cenar afuera fueron muy amables al armarnos una mesa.
La comida nos pareció excelente probamos tres tipos de bocadillos, además de las infaltables patatas bravas. Todo muy delicioso.
Con respecto al servicio, el chico que nos atendió, si bien fue educado, estaba muy serio, casi antipático. Nada que ver con la señora que nos atendió luego, una divina total!!!
Lo que nos llamó la atención, es que a pesar de que todavía había gente, en un momento el chico simplemente fue a llevarnos la cuenta; lo que nos dió a entender que nos estaban echando, una lástima porque la estábamos pasando de 10!
Antonio González Sanchis
+5
Es la primera vez que vengo a almorzar y no dudo en volver, todo estaba genial.
El servicio del personal muy atentos y amables, además que el almuerzo estaba espectacular, muchas gracias todo
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