Solemos ir de vez en cuando a comer.
Hoy reservamos y nos sentaron en la terraza. Pedimos de entrantes las zamburiñas que estaban buenas, pero algo frías y los buñuelos de bacalao, muy ricos.
De segundo pedimos arroz de a bogavante seco. De sabor muy bueno, pero se les paso el arroz, una pena. Había mucho arroz en la paella para ser de dos. Una pena, es la primera vez que nos pasa, lo bueno es que nos invitaron al postre y a los cafés por el error, así que un punto para ellos. El postre fue un crepe de chocolate que está bien.
El ambiente nos gusta mucho y otras veces que hemos ido comemos genial.
Seguiremos volviendo.
Trato encantador por parte del camarero, la comida muy buena, raciones generosas, la paella para 2 era bastante grande, con mucha mezcla en el arroz. El pan lo servían calentito y el postre estaba espectacular ( flan de queso casero), con vistas al estanque. Lugar tranquilo y agradable.
Volveré!
Aunque comentan que lo mejor son sus arroces, acudimos a sus instalaciones y pedimos otra cosa. Esgallat, (esgarraet), buñuelos de bacalao y pulpo a la brasa. Todo bastante bueno si acaso los buñuelos de bacalao algo duros ya que llevaban trozos bastante grandes de bacalao en su interior. De postre, sorbete. Todo muy rico. La relación calidad precio no es demasiado buena ya que realmente pedimos tres entrantes que nos pareció suficiente para comer 2 personas y el precio de 70 €es algo alto. Comemos en el interior por estar la terraza totalmente llena, si puedes ir procura pedir sitio en la terraza ya que es realmente lo bonito del restaurante con las vistas al marjal. Todos tenemos un primer día y la camarera una chica joven que nos atendió lo hizo lo mejor que pudo, estamos seguros de ello.
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