Un sitio acogedor y con un trato excepcional. La zona de ensaladas tiene una gran variedad de productos frescos, la calidad de los platos me pareció sorprendentemente buena para tratarse de un Buffete, los postres todos caseros con unos bizcochos excelentes . Repetiré seguro.
Es un Buffet libre que, desde la calle, pasa casi desapercibido. Tiene una pequeña entrada, pero luego, cuando pasas al interior te encuentras con una inmensidad. Es como un antigüo banco de los 80's, adaptado a restaurante. Sin lujos ni zarandajas, más bien modesto. Muy limpio todo.
La oferta bastante completa. Puedes hacer casi cualquier combinación de ensalada, con muchos ingredientes a escoger. Hay espaguetis con 2 salsas a elegir, paella, guiso de ternera , lomos de merluza, crema de verduras, gazpacho, pizza, ensaladilla rusa, etc ... Cocina casera, básica.
Los postres también "de la abuela": Arroz con leche, natillas de chocolate y OJO al puding: buenísimo!! También disponen de cafetera autoservicio.
La atención al publico muy cercana, cordial y amable.
El precio a día de hoy: 10€ con pan, postre y una bebida por persona. La cerveza (helada) muy digna.
Aunque parezca de Perogrullo, a este buffet se va a comer: caserito y abundante. "Sin postureos"
Para repetir sin duda porque, sin tener ningún plato espectacular, siendo todo muy básico, el precio está muy ajustado a lo que ofrecen, que no es poco.
Fuimos a comer y nos gustó mucho.
Había poquita gente por lo que el ambiente fue muy acogedor.
Buffet con comida muy buena, con mucha variedad y buen sabor.
Disponen de gran variedad de ensaladas, pastas, sopas, carne, paella, pizzas, postres... El precio (económico y acorde a la calidad) incluye la primera bebida.
Lo más destacable sin ninguna duda fue la paella, muy buena, con una calidad nada envidiable a la que te pueden servir en cualquier restaurante como plato único. Las natillas también nos gustaron mucho.
Nos sorprendió muy gratamente.
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