Visita obligada cada año. Buen servicio, buen ambiente, buenas vistas y sobre todo muy buen vino. En la bodega siempre te dan a probar vinos nuevos o aquel que te guste. Son muy amables y la comida rica y abundante. Es un buen sitio para pasar el día, ya que puedes visitar su museo, en el que te harán una visita virtual muy entretenida, hay jardines para pasear y un salón de aperos, con cientos de herramientas que usaban nuestros abuelos para la labranza. Recomendable 100%
He estado haciendo la visita guiada a la bodega y la recomiendo, nos mostraron todos los procesos que se realizan para hacer el vino, tanto como se hacía antes como se hace ahora. Nuestro guía ha sido muy amable en todo momento y ha hecho que la visita sea agradable. El precio por persona de la visita ha sido 15 euros, fuimos con la reserva hecha. También vi gente que hacía la ruta por su cuenta, pero creo que es conveniente hacerla guida ya que te enterarás de todo mejor.
La comida del restaurante también estaba muy bien.
Fuimos al museo que tiene la finca, es bastante grande, tiene uno de esparto y aparatos para la trilla y otro de bodega, nos encantó, además nos hicieron una demostración de la trilla y la parba que hasta entonces no sabíamos lo que era y nos gustó bastante. Tiene un restaurante que solo da comidas, no da cenas ya que para llegar hay que ir por una carretera que tiene muchas curvas y es estrecha y de doble sentido y así dan más seguridad a sus clientes a conducir por la misma de día. También tienen una zona de bar fuera de restaurante es como una terraza gigante donde puedes tomarte una bebida a son de la música del disyokey
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