La comida espectacular, buen precio y buena calidad. Los camareros rápidos y amables. El ambiente fue un poco agobiante por la cantidad de mesas pero tampoco algo exagerado. Eché de menos algo más de guarnición para el entrecot, el puré de patatas fue bastante escaso.
Haciendo ruta por los pueblos blancos páramos a comer en Grazalema.
El restaurante está situado en la parte alta del pueblo.
Nos gustó mucho el ambiente del lugar, sitio acogedor, el servicio y la atención del camarero muy bueno y los platos que probamos nos encantaron; muy buena calidad-precio; hay muchos detalles en el local, fuimos sin reserva y tuvimos la suerte de encontrar sitio, quizás porque era lunes.
Comimos caramelos de carrillada, setas con alioli y miel; y revuelto de bacalao.
Los tres platos estaban exquisitos además de tener muy buena presentación.
Nazareth Moreno Calvente
+5
Primero de todo hay que reservar siempre.
Fuimos tres amigas y pedimos todo para compartir, y nos gustó muchísimo. Tan bien destacar la amabilidad de los camareros. Comimos 7 platos y dos postres, y calidad precio muy razonable.
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