Restaurante fabuloso en todos los aspectos al que llegas por una bonita carretera de curvas( es lo único malo) y que puedes finalizar con una visita a Masca.
Comida muy variada, riquísima y de calidad
Nos encantó todo
Personal muy amable y acogedor.
Bonitas vistas
Recomendable reservar
Para volver sin ninguna duda
Se come muy bien, pero para lo que pagas el ruido es ensordecedor, cuando acabas sales zumbado de la cabeza si comes dentro. La atencion es muy buena, y los postres son muy ricos. Una cosa que si noté ya que es un sitio que frecuento, que en mi última visita los precios se habian incrementado bastante. No obstante lo recomiendo, pero para alguna ocasión.
Un espectáculo de lugar, tanto el restaurante en sí como sus alrededores.
El personal dedicado y muy atento. Nos hemos dejado aconsejar y nos vamos de aquí con la sensación de que no podríamos haber escogido mejor por nuestra cuenta.
(Vinimos en coche y creo que nos iremos rodando montaña abajo, por cierto).
Queso suave de cabra frito con mermelada de arándanos de entrante;
Principales:
Un filete de pescado blanco llamado Cherne (lo hemos descubierto hoy) acompañado de ensalada y papas con mojo. Inmenso, tanto en sabor, como en jugo... como en TAMAÑO.
Un cachopo de Angus con jamón serrano y queso manchego. No necesita explicación.
De postre, una crema catalana. No hemos preguntado, pero es eminentemente casera.
Los precios, sorprendentes para bien. Cantidad-precio claramente buena... pero CALIDAD-PRECIO superior.
El descubrimiento gastronómico de las vacaciones sin dudarlo. A disfrutar!
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