Parada obligatoria siempre que paso por Madrid. Las margaritas son espectaculares, siempre son un buen acompañamiento para cualquier comida.
Tienen una carta donde se puede saborear la dedicación y empeño que le ponen, no es una carta muy extensa pero es lo justo para poder probar y disfrutarlo todo y no perderse en un sinfín de platos. Los nachos que sirven son espectaculares (si se pide salsa chipotle adicional les da un toque picante y de sabor increíble).
En cuanto a los tacos, siempre solemos pedir “arrachera” porque son una maravilla pero cualquiera que se pida tienen su propio toque.
De los postres, siempre diré que no he probado un coulant más original que lo hace una delicia, y es que son de dulce de leche, eso si, tiene que gustarte el dulce porque son una bomba.
El espacio se siente muy cuidado, un sitio donde poder tener una comida informal, una cena más íntima o donde poder celebrar cualquier evento, tienen una terraza interior cerrada que te hace sentir en un ambiente bastante mágico.
El servicio, creo que es lo que hace de este sitio el lugar que es, los dueños son unas personas sumamente agradables y te hacen sentir como en casa, solo por conocerlas y ver lo dedicados que son por ofrecer un lugar tan calido e increíble merece la pena pasar por ahí.
Sin duda totalmente recomendable.
Restaurante espectacular, con camareros muy atentos y agradables. Además de la variedad que tienen, todo se nota que es de calidad. Recomiendo al 100% la cochinita y los nachos. Espero volver pronto!!
Agridulce.
Comida muy buena, destacar la tortilla de patata y tostadas con guacamole para el desayuno.
El menú del día es bueno, aunque las raciones son algo pequeñas.
El trato del personal deja bastante que desear, tardan en atender, en ocasiones de malas formas.
Podrían sacar más partido al local con una mejor atención al público.
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