Un lugar con excelentes pinchos, tapas y buena cerveza o caña, también tienen en su variedad unos sabrosísimos tekeños que asumo fueron agregados al menú por ser este local de venezolanos (diagonal a la estación de tren de Atocha). Full recomendado.
Por fuera parece más grande de lo que luego es por dentro. Tiene amplios ventanales y gran cartelería donde predominan los tonos rojos y blancos. Dentro el tono del suelo -tarima flotante- y las paredes es de tonos grises. Hay una gran barra en donde se exponen los pinchos de pago qué sirve el local cuyos precios los fija un sistema de palillos largos o cortos que luego se entregan en barra a la hora de hacer el pago. Hay varias mesas y sillas, unas escaleras que bajan a una zona privada delimitada por un cordón. Las camareras son eficientes y rápidas, los pinchos una maravilla culinaria, y también se sirven platos sencillos, como los huevos rotos con un ingrediente extra a elegir. El baño sólo admite una persona, ya que hay un sólo retrete, lavabo y lo necesario para la higiene, y es mixto. Precios adecuados.
Buen servicio y buena atención para ser un sitio con un gran volumen de gente porque está situado en una zona super transitada. Carta basada en pintxos, raciones y bocatas básicamente.
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