Muy buen servicio, los desayunos de 10. Siempre pido café y tostada con tomate, muy rico y barato. Alguna vez he comido allí también y la cocina es casera y sencilla para el menú del día, una buena elección para comer sin celebrar nada especial.
Lo único "algo" negativo es que en ocasiones hay bullicio, el local no es especialmente pequeño, pero aún así se monta barullo cuando está muy lleno, como en cualquier bar supongo. También tienen una terracita pequeña de mesas altas que para el verano está fenomenal.
La sepia a la plancha no os la podéis perder ni tampoco la ensaladilla, los tequeños y los huevos rotos. Todo buenísimo y la atención excelente 👏🏼👏🏼👏🏼
Hace unas semanas celebramos un cumpleaños para un grupo aquí, y quedamos encantados. El dueño fue muy profesional y tenía todo bien controlado. Nos reservó un espacio tanto dentro del local como en la terraza para estar cómodos. El camarero que nos atendió también fue muy atento y amable. Pedimos varias raciones diferentes y todas estaban muy ricas. Así que ¿qué más se puede pedir? Muy recomendable.
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