Restaurante de auténtica street food china, su especialidad son los noodles y los hacen de manera tradicional. Se nota el buen producto y la cocina casera. Todo lo que pedimos tenía muy buen sabor, los ingredientes estaban bien cocinados y la carne suave y tierna. Lo que menos nos impresionó fue el bao, pero tampoco estaba malo. Tienen 3 tipos de noodles: de espinaca, tradicionales (fideo) y BiangBiang (ancho), y puedes añadirles picante si quieres, (aunque si te gusta mucho di que te añadan bastante porque apenas se nota), ingredientes extra y caldo. La carta la dan en formato papel, no es muy extensa pero sí lo suficientemente variada como para probar varios platos del street food chino, y cada plato aparece con sus ingredientes descritos. La ración de bowl es bastante grande, con uno basta para una persona, pero si queréis probar otras cosas también, siempre podéis pedir para llevar lo que os sobre. El servicio es súper amable, atento y rápido. Además tienen el detalle de ponerte un aperitivo de cacahuete y verdura. La decoración del local es estilo tradicional chino, es un choque con la comida moderna que ofrecen. El sitio no es muy grande pero no está masificado, es un ambiente tranquilo y acogedor. Para mí es un sitio novedoso, distinto a los típicos locales chinos, con una carta interesante, raciones abundantes, y excelente calidad-precio.

Platos ricos y abundantes, especialmente los bowls. Hemos probado los bowls con fideos de espinacas y los biang biang, con picante normal, los dos para repetir, aunque la próxima con algo más de picante porque estaba muy suave. No repetiría las tiras de pollo ni el mo de ternera, que estaban buenos pero sin aportar nada especial. Precio correcto para la cantidad de comida.