Si tienes hambre y/o prisa, es recomendable que vengas con paciencia. Visité el lugar un dia en temporada estival y la comida tardó más de 1 hora en llegar a la mesa. Creo que necesitan más personal tanto para atender las mesas como en la cocina. Quizás podrían contar con trabajadores eventuales en los días de mayor demanda para evitar sentirse desbordados y que el servicio se vea afectado.
Además, observé que otras mesas fueron servidas antes, a pesar de haber llegado más tarde que nosotros.
Los platos para picar eran muy pequeños. Pude probar las bravas, los huevos rotos con sobrasada y el queso camembert rebozado. Este último traía solo 2 trozos.
Lo más destacable son los bocadillos, ya que permiten combinar hasta 3 ingredientes por 6 euros y tienen un buen tamaño. La ejecución es muy buena, lo que permite crear auténticas maravillas y bocatas sorprendentes.
Personalmente, considero que volveré en épocas fuera de temporada, ya que el servicio suele ser un poco más rápido en esos momentos.
Muy rico todo, los capuchinos y los croissant. Fuimos tarde y quedaba poca cosa, pero todo muy rico.
Un sitio frente a la estación marítima de Mahón. El servicio espectacular, muy atentos y amables en todo momento. La comida un 10. Ya he ido varias veces y nunca fallan. Un placer y muchas gracias por hacer las cosas tan bien.
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