Cómo siempre un trato cercano que te hace sentir como en casa o en una comida de amigos. Las croquetas de boletus y rabo de toro riquísimas ( las de rabo de 10). El cabrito insuperable,se nota cuando las personas ponen todo su esfuerzo en la cocina. Y luego llega la cuenta y encima sales pensando que ha salido barato.
Desde luego es un mesón indispensable si estáis por la zona!
Un mundo a otra escala
+5
Un restaurante que sin duda alguna es tremendo, la cocina y sus platos son una maravilla.
Todo lo que se pueda decir es poco.
Se come brutal ⭐⭐⭐
De visita obligada por la zona para degustar y comer buena cocina casera, hecha con amor y mucho cariño.
El cabrito y las croquetas son una pasada, todo incluso los vermús, tienen a disposición un montón donde elegir. El tema postres no se queda corto, todos caseros y riquísimos.
Los dueños son un encanto y te tratan como si fueras de la familia, tiene un ambiente que da gusto estar, todo está súper accesible, limpio y cómodo.
Sin duda pienso volver más de una vez.
La atención por parte de los camareros y los dueños muy buena, te hacen sentirte como en casa.
La comida de 10.
Repetiremos sin lugar a dudas.
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