Cafetería muy bonita con panadería propia. A simple vista tiene un producto buenísimo, unos panes y una bollería que entra por los ojos.
En el local trabaja un montón de gente joven.
Aún así, pese a que el sitio es muy bonito y agradable, no me gustó porque me pareció algo caro para desayunar y la calidad del producto me decepcionó un poco, aún así lo recomiendo porque me pareció una panadería de calidad.
Buen café, pero sobresale por su repertorio de panadería (pan, empanadas, bollería, pasteles, tartas... Todo artesano). Suelen poner una pequeña pieza de bollería o pastel con el café.
Excelente lugar, lo descubrimos de casualidad al ver la buena pinta de las rebanadas al pasar y entramos.
La trabajadora, además de súper amable y cercana, nos regaló dos bandejas de dulces como las de la foto.
Comida exquisita y trato insuperable
Saludos desde Málaga🥰
Gracias!
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