Emilio Trujillo Requena
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Ubicado en las calles peatonales de Sabadell este restaurante me encanta por que se adapta a cualquier gusto y precio, igual puedes pedir un plato exquisito, un menú super completo o una pizza elaborada allí mismo.
Camareros muy atentos y pendientes de todo, en especial Yonai, siempre muy simpático.
Cenamos aquí por casualidad porque teníamos reservado en otro sitio y nos lo encontramos cerrado. Al final, fue una suerte no poder comer en el primer sitio y poder comer en éste.
Esto debe ser lo del karma porque nos encantó el sitio por acogedor, muy bonito decorado, atención perfecta, servicio profesional y rápido, y, para rematar, una comida muy buena con algunos platos espectaculares.
Nos ha cautivado el que el café solo con hielo viniera con cubitos de café. Eso es prestar atención a los mínimos detalles.
Vamos a volver seguro!!!
Un lugar inolvidable. Desde que entras su olor a leña te atrapa, la atencion de su camarera es simplemente excepcional. Siempre atenta, abierta a dar las mejores recomendaciones. Sus productos de maxima calidad. Un sabor a brasa increible, muy buenas porciones. La masa de las pizzas es como comerte una galleta de lo fina y crujientes que son! Espectaculares. Ademas nos invitaron a hacer el postre y el chupito en el patio/jardin que esta fenomenal. 100% recomendado y vale la pena volver. Precios muy acorde a la calidad el producto
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