En una zona muy tranquila de Santiago, cerca del centro, un sitio para comer muy original, en una antigua ferretería, en buen ambiente y con un trato muy atento.
La comida muy buena y con una relación calidad precio estupenda.
A los amantes del arroz con leche les recomiendo que prueben el de este local. Espectacular.
♪Lugar tranquilo donde cenar bastante bien. Pedimos zamburiñas,la tosta de pulpo con queso San Simón y los huevos rotos con chorizo.Todo acompañado de un buen Albariño.
-Me gustó todo,incluso me sorprendió para bien las grandes porciones que nos servían.Nos gustó tanto que volvimos días después.
- Pedimos la filloa flambeada y estaba muy buena,pero noté demasiado sabor a harina.
-Por poner una pega no me gustó que el primer dia nos pusieran una buena tosta y que a los días la tosta fuera con diferencia más pequeña. Igualmente estaba buenísima y si algún día volvemos no dudaremos en visitar este sitio.
Comimos aquí ayer, más temprano habíamos pasado por delante y nos parecía un lugar interesante. Casi no había nadie un jueves por la noche, pero ha valido la pena. Comida exquisita y Gustavo nos ha atendido genial. Recomiendo
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