Amplio local con mesas fuera y dentro.
Nos pusieron una tapa con la bebida.
Las raciones que pedimos estaban buenísimas y con productos de calidad.
Los camareros muy simpáticos.
No le pongo 5 estrellas porque tardaron 45 minutos en traernos los platos y aunque nos pidieron disculpas es algo que no se tendría que dar.
El personal es muy amable, atento y cercano, y cuenta con una carta variada y perfecta para picotear entre varios. Por ahora solo he probado los fingers de pollo rebozados con cacahuetes con salsa de miel/mostaza, las patatas bravas y las croquetas caseras de setas, y la verdad que estaba todo buenísimo. Sin duda es el mejor bar de la Rúa dos Concheiros. Muy recomendable si lo que se quiere es pasar un rato agradable con amigos/as.
Lugar encontrado por casualidad, donde repetimos todos los días en nuestra estancia en Santiago, comida excelente, personal estraordinariamente amable, y un ambiente muy agradable.
Si volvemos a Santiago no dudaremos en ir a visitarles.
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