Local muy cuki, a 5 minutos andando del acueducto, es muy tranquilo. Cocina casera. Fuimos sin reserva. La Croquetoro estaba buenísima, es un solo bocado como bien nos informó la camarera, también nos informó de que en aquel local no se hacía comida tradicional. Volveremos sin duda.
Inmaculada Escudero Martin
+5
Mis amiga somos fuimos y estamos muy contentas porque son riquísimos, las comidas son originales sabores parece la presentación feo pero el sabor rico es un placer. El servicio son majas y nos invita el gazpacho. Merece la pena repetir.
Un restaurante pequeño pero acogedor y muy tranquilo, con una decoración sencilla aunque agradable y con mucha personalidad. En verano tienen terraza en una plazoleta ajardinada que hay delante del local.
La comida de este restaurante no es la típica segoviana, ni cochinillo ni judiones. Aquí los platos que se ofrecen son muy diferentes a otros restaurantes de la zona. Una carta con distintas tapas y platos veganos muy interesantes. Es una comida casera y muy cuidada, con ingredientes de calidad bien elaborados. Por poner un pero diré que las raciones son algo escasas, por lo que tienes que pedir varios platos.
Nosotros nos pedimos unas croquetas variadas, torrajos y unos nachos vegetarianos que estaban buenísimos. En cambio, lo que no nos convenció demasiado fue la milhojas de berenjenas.
Los postres, también, son todos caseros y muy ricos.
En cuanto al servicio, la dueña fue quien nos atendió, muy amable y atenta en todo momento, con una atención muy personal, casi familiar.
Un restaurante diferente que recomiendo. Con una relación calidad-precio muy buena.
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