En pleno centro y en la plaza de la Campana, se encuentra la que con Seguridad es la confitería más antigua y más famosa de Sevilla.
Se fundó en 1885, por lo que al ser un local de más de 100 años, está protegido por Patrimonio.
Presenta una fachada de madera de caoba, con cristales adornados con figuras modernistas que llama la atención de todo el que pasa por allí.
El interior está decorado de igual manera y como buena confitería, el local está bien surtido de todo tipo de pastelería y bollería de producción propia.
En la barra puedes tomar todo tipo de bebidas acompañadas por los dulces, pasteles y bollería que exponen en las vitrinas.
Un clásico de Sevilla que tienes que conocer, porque es un imprescindible.
Hemos ido a visitar La Campana ,desde Canarias, es maravillosos que aún haya quien haga repostería así.
Hemos probado algunos dulces y decir que son buenos es poco.
El lugar ya cuenta con historia y tradición local. Se ha convertido en un referente local tradicional. Los precios son muy competitivos y está muy bien localizado. Hay que coger número para ser atendidos porque hay mucha clientela. El trato ha sido algo frío porque apenas tienen tiempo de saludar o dar la bienvenida por la afluencia de clientes,pero de verdad que vale la pena visitarlos y comer algún dulce ahí....adjunto algunas fotos...
Sin duda la pastelería con más fama de toda Sevilla, totalmente merecida.
Si me tengo que quedar con uno de sus productos lo haría con sus torrijas y con su pestiño cargado de miel. Lo peor es que solo la hacen en cuaresma.
Durante todo el año las cervantinas, merengue, polvorín relleno, mini tartas, tortas de aceite, trufas...
En navidad el surtido de dulces es una maravilla
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