Los restaurantes de los hoteles están volviendo, y aquí tenemos a un digno representante de esta tendencia.
La decoración y ambiente muy en la línea del hotel, como no podía ser de otra forma, con un diseño muy elegante y moderno, pero sin estridencias. Amplitud de espacios y separación en las mesas que aseguran buena intimidad en la conversación.
La carta es corta y con variedad suficiente para adaptarse a las preferencias de cada uno. Una cocina moderna, bien asentada en la tradición andaluza pero con alguna licencia, de agradecer.
Servicio atento, eficiente, que conoce perfectamente los platos y es capaz de recomendar con buen criterio.
Precios contenidos, alejados de lo que tradicionalmente ha ocurrido siempre en los restaurantes de hoteles.
Como siempre espectacular. Todo delicioso. Me encanta la parrillada de verduras. El tataki de atun con verduras de 10.
Como aportación, añadiría más opciones vegetarianas y platos más fresquitos como gazpachos/cremas frías/ensaladas para la primavera/verano al menos.
Volveremos.
Restaurante excelente, comida de calidad y buen precio. Ubicación perfecta y trato impecable. Volveremos muy pronto. Carta muy variada y vinos exquisitos.
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