Jou Méndez (jounallmd)
+5
Estuve este fin de semana en este restaurante porque era huésped del hotel. La verdad que un lugar muy acogedor, vistas estupendas, el personal al principio un poco serios pero luego ya muy amables (será por haberles dicho que éramos huéspedes del hotel, no sé, pero luego que cambiaron las caras todo fenomenal). La comida muy buena aunque se tardan su tiempo, así que hay que ir sin prisas. Deduzco que el tiempo que tardan es para que la comida salga rica. Recomendado por mi parte.
Valentín Santos Márquez
+4
Primero de todo, antes de empezar con la reseña digo la laque no es un sitio para ir frecuentemente, al menos con mi nivel adquisitivo, pero vivir la experiencia merece la pena en un día especial.
Hice la reserva unos días antes para cenar un viernes por la noche, cómo ya es costumbre, avisé que éramos dos personas y un carrito de bebé para que lo tuvieran presente a la hora de colacarnos.
Para acceder al restaurante primero tienes que dar tus datos en el hall del edificio y el personal te acompaña y activa los ascensores.
Cuando llegamos al restaurante la impresión fue muy buena, el aspecto y el ambiente de tranquilidad que había nos encantó. Donde nos acomodaron tenía vistas a la autovía y se podía ver el pueblo de Camas, no eran las mejores vistas pero impresiona. Tuvieron en cuenta situarnos en un lugar donde el carro no molestaba ni era molestado.
A la hora de pedir, nos decidimos por un menú degustación corto. Para poder pedirlo hay que tener en cuenta que los dos tuvimos que pedir un menú igual y que tiene que ser antes de las 22:00 horas en la cena y creo que antes de las 14:30 en el almuerzo.
El menú degustación corto consta de 5 platos contando con entrante y postre. De sabor todo estaba buenísimo, es una cocina muy buena. Pero, para mí gusto, faltó algo que hiciera que la cocina fuera igual de extraordinaria que el lugar donde estás cenando. Por lo demás todo muy bien compensado y rico.
Si digo que para ir a este tipo de restaurantes es mejor ir sin prisas. Dejarte sorprender por el menú y dejar que los camarero marquen el ritmo que ellos saben lo que hacen. Trato muy amable del equipo de camareros y siempre muy atentos.
Una cosa que no entiendo de este tipo de restaurantes, la necesidad de cobrar a 4€ los refrescos, siendo el mismo botellín que un restaurante normal y corriente. Espero que algún día alguien me lo explique.
Después de la cena, subimos a la terraza, que está abierta hasta las 2 de la mañana, y tomamos unas copas disfrutando de las vistas de que regala la altura del edificio.
Conclusión: Merece la pena disfrutar de la experiencia, como en mi caso para celebrar una ocasión especial, pero siempre teniendo en cuenta que dicha experiencia te costará al menos unos 70 € por persona.
Lugar espectacular. Muy bonito y limpio. Para mi gusto poco personal atendiendo.Platos muy buenos pero algo caro. Teníamos reserva a las 15h no nos dijeron hasta que fuimos a pedir que la cocina cierra a las 15.30 y no pudimos pedir el menú degustacion.
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