Sonia Gallardo Márquez
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Comida extraña, deliciosa y novedosa, los cuencos llenan bien, con una cantidad de ingredientes interesante, aunque echo en falta algunas opciones más en cuanto a verduras. Si os gusta el sushi o el pescado crudo, os recomiendo que le deis un tiento
Buen lugar para comer algo distinto por Nervión.
- Precios razonables teniendo en cuenta que este tipo de sitios suelen ser caretes.
- La comida está buena, y tienen variedad. Además puedes personalizar tu bol.
- Punto positivo por los toppins ilimitados (excepto casos como aguacate entre otros)
- Lugar pequeño y complicado para grupos grandes, recomiendo ir pronto. Ideal para una pareja o un par de amigos.
- Atención mejorable, tardaron mucho en servirnos y nos preguntaron muchas veces que habíamos pedido. Luego hubo un lío con dos platos. Pero bueno, tenía pinta de que llevaba poco tiempo la camarera, así que es entendible.
En definitiva, comimos bien pero tardamos mucho (he de decir que éramos un grupo de 7).
Fusión de gastronomía Hawaiana y Japonesa, explosión de sabores naturales que transportan a otro lugar. La atención excelente, especialmente una simpática y amable camarera llamada Marta. Me sorprendio el trato de la responsable con los empleados y Clientes, excelente. Toda una experiencia que merece la pena probar
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