Íbamos un poco perdidos por el centro de Toledo y no queríamos gastarnos un pastón comiendo. En este restaurante encontramos un menú por 20€ con bastante variedad y con mesa un domingo a las 15h. Pedimos el salmorejo, un poco aguado pero bien y de segundo probamos las chuletillas que era un plato un poco escaso, carrillera sin más y croquetas de rabo de toro que estaban bastante buenas. De postre probamos las natillas caseras, la galleta un poco dura pero estaban bien, las otras opciones eran cuajada y helado de tarrina. El ambiente bastante conseguido, si eres de fuera seguro que te llama la atención la decoración.
Comida muy rica, muy bien elaborada, con mimo y esmero. La carta es muy variada, pudiendo acompañar de vinos muy buenos. Las carnes son espectaculares según indicaron mi mujer y suegra, y el resto muy bueno también. El salón es grande y comido y la atención del personal muy buena. Gran sitio para comer en esta bella e histórica ciudad
Comida típica de la zona ( un venao expectacular), tienes buenos vinos, tiran muy buen la cerveza, muy buen servicio. Una experiencia muy positiva, volveré!
He vuelto y sigue sin defraudare, garbanzos con callos riquísimos ( no me gustaban hasta hoy), sigo pensando que tienen el mejor venao a la plancha de todo Toledo
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