Muy buena experiencia. Según el día, puede ser algo difícil aparcar. El local consta de un salón bastante grande, desde el que se puede ver abiertamente la cocina. La limpieza está bastante bien. La decoración, muy acorde con el tipo de comida. Disponen de tatamis privados, por 3€ más por persona (recomendado alguna vez). Depende de si comemos a medio día, entre semana, fin de semana o noche, varía el precio del menú, que es buffete libre, servido en la mesa por los camareros. La carta está por QR, o la puedes ver desde internet en su dominio. Según el precio que se paga, hay más tipos de comida a elegir. Recomendaría no dejarse por probar los fideos de arroz, gyozas, ternera y rollitos de ternera con queso. Aunque todos los platos están bastante buenos. Puedes repetirlos las veces que quieras. La condición es que no se quede comida en el plato. Si bien atienden, por si quieres probar algún plato, a raciones más pequeñas, para evitar el despilfarro. Tanto el servicio como la comida, son bastante rápidos. Cómo aspecto negativo, es que tienes que consumir una bebida por menú, si o si, que va aparte del menú, lo que hace que al precio del menú, tengas que incrementarle 1'85€ más IVA, siendo agua en nuestro caso. Que no es dinero. Pero el hecho de que te obliguen, si o si...no me gusta. Si incluyen postre (bolas de helado) o café en el menú. Recomendado llamar para reservar, porque según el día, puedes quedarte sin sitio para comer o cenar. Sin ninguna duda, y a pesar de lo del contra de las bebidas, recomendado para probarlo alguna vez.