Le doy 5 estrellas a la atención y a la comida. Tiene sazón libanés muy muy parecido al real. Es cierto que el local es pequeñito, se ve una construcción de Matusalén y amerite remodelación pero aún así, esa terraza con el árbol maravilloso que da sombra a las mesas, le resta importancia a lo demás. El shawarma de cordero está muy bien sazonado, tenía mucha carne aunque lechuga (muy poca), la salsa de sésamo estaba deliciosa. Con respecto al precio, como cualquier sitio de zona turística, supongo. Hemos parado a refrescarnos y vimos el bocadillo así que probamos. Alcancé ver 3 personas para atender y evidentemente, estaban a tope. Sin embargo, el camarero que es español, parecía tener 6 manos, como pudo nos acondicionó la mesa y sacaron los shawarmas en menos de 10min. Tienen un aseo y estaba limpio. El árabe que cocina es muy amable y la árabe que atiende también aunque puede que de entrada te caiga mal porque te dice cualquier respuesta "la carta está ahí en el QR". En conjunto le doy 4 estrellas según sus posibilidades, ubicación, sabor y pese a estar petado, nos atendieron muy bien y rápido.
Desayunamos tortilla acompañada de alioli y una una ensaladita. El camarero fue atento y cercano. Pero eso no fue todo, había un músico que nos amenizó el desayuno con muy buena música acústica. Gracias a los dos!
La comida buenísima, el servicio la 1a vez muy bien pero a la siguiente tardaron muchísimo en atendernos!
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