Sitio de barrio perfecto para comer un pintxo .
El fin de semana se puede comer o cenar.
Carta variada y sugerencias del día.
Muy buena atención.
Las croquetas de mango e idiazabal muy ricas.
Excelente lugar para desayunar o tomar un tentempié si el hambre se apodera de ti. . Amplia selección de tortillas, variado de bocadillos y desayunos. Destaco el café ecológico, el que no mancha la taza y permite que tu aliento se mantenga intacto.
Fuimos una familia de cuatro y tomamos un pintxo y el menú del día, 4 primeros y 4 segundos distintos.
A primera vista se aprecia una presentación de cada plato muy cuidada y la elaboración y preparación es de mucha calidad. Postres increibles de elaboración propia.
Destaco en imagenes un primero, ensalada de frutos rojos y queso de cabra, un segundo, muslo de pollo relleno de verduras y un postre, goxua.
La atención increible nada mas entrar, trato cercano, amable y profesional.
Lo recomiendo tanto para el medio día como para la cena.
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