Una de las maravillas de Zaragoza. Este local es el típico sitio que la gente que lo prueba, sale deseando recomendarlo a sus amigos y quieren volver. Para empezar con el menú: Te ponen un entrante ligero que sorprende mucho. Luego una ensalada que es una auténtica maravilla. La mezcla de todo lo que le echan y la salsa, es un completo 10. La pasta sería la otra opción de primer plato. Está hecha de una forma especial y poco común jugando mucho con las especies. También estaba buena. Después vino la primera opción de los segundos, una brochetas de pulpo y gambas, arroz y una pizca de salsas. Yo nunca como este tipo de cosas y aún así al probarlo me sorprendió mucho para bien porque consiguen unas combinaciones de sabores muy buenas. Luego la otra opción de los segundos, el solomillo con 2 saladas, una de foie y otra de pera. Evidentemente no son simples salsas, tienen "algo" que suben el nivel. La carne muy bien hecha. Platazo. Por último, el increíble helado de queso con mermelada y frutos del bosque y base de galleta. Es una completa maravilla. Absoluto rey de postres. Hay que probarlo si o sí, y mira que dicen que el postre de torrijas es otro 10, pero debe ser que tienen 2 reyes entonces. De los mejores postres que he probado este helado de queso con mermelada y frutos del bosque. En cada plato te cambian los cubiertos, comimos con 3 cambios de cubiertos, algo que dice mucho del lugar. El nivel de presentación y de cuidado que tienen los platos, están al nivel de locales gourmet. Por último y no menos importante, tanto la camarera como el cocinero son muy majos y simpáticos. En definitiva, de lo mejor de Zaragoza, top 3 sin ningún tipo de duda. 10 de 10.