Impresionante!!!
Me ha encantado que transformen la cafetería en restaurante, solo al mediodía el resto del tiempo es cafetería y sirven copas.
Espectaculares vistas a la calle Alfonso.
La comida muy buena, bien echa.
En el menú entra un entrante frío o un entrante caliente, el plato principal, el postre y la bebida vino tinto o blanco y agua.
Espectacular los gambones a la brasa.
Pedimos migas, jamón, gambones , paletilla y corvina.
De postre tarta de queso y Brownie.
Los postres son caseros .
Muy profesionales el personal de sala, en especial, Izarbe, fue muy amable y simpática nos atendió en todo momento con una sonrisa.
Volveremos por la atención recibida y por el personal.
Recomendable 100%
Reservar antes de ir.
Victor Manuel Perez Tore
+5
Nuestra experiencia fue simplemente maravillosa. Desde el momento en que entramos, nos recibieron con una cálida bienvenida y un ambiente elegante. El servicio impecable del personal de sala hizo que nos sintiéramos atendidos y cuidados en todo momento.
Comenzamos nuestra cena con una vichyssoise suave y delicada, que nos transportó a sabores exquisitos. La ensalada de ventresca estaba fresca y tenía un equilibrio perfecto entre los ingredientes, realzando el sabor del atún de manera excepcional.
El plato principal, el rodaballo con patatas panaderas en salsa de mantequilla, fue una verdadera obra maestra culinaria. El pescado estaba perfectamente cocido, tierno y jugoso, mientras que las patatas panaderas eran crujientes por fuera y suaves por dentro. La salsa de mantequilla realzaba los sabores sin opacarlos.
El chuletón. Con un punto a la perfección, cada bocado era una explosión de sabores intensos y jugosos. La carne estaba tierna y jugosa, que resaltaba su calidad.
No podemos dejar de mencionar el excelente trabajo del chef en la creación de estos platos exquisitos. Su habilidad para combinar ingredientes y resaltar sus sabores individuales es verdaderamente destacable.
En resumen, la experiencia en el restaurante Braserie 1885 fue excepcional en todos los aspectos. Desde la comida deliciosa y bien ejecutada hasta el servicio impecable, no podríamos haber pedido una mejor velada. Recomendaría este lugar a cualquiera que busque una experiencia culinaria memorable.
Lo recomiendo sin ninguna duda.
Hemos llegado sin reserva, no tenian sitio i el propietario no ha dudado ha abrinos el reservado el Comando local delante de la brasserie.
El trato ha sido excepcional tanto de sus trabajadores como del dueño i que decir de sus platos como las migas, la burrata etc... la merluza el bacalao i el pollo de corral .
Ah!!! I el arroz con leche suave i super cremoso ,la tarta de queso i el flan de huevo indescriptible de lo bueno que estaba.
Para nosotros 5 ha sido una eleccion inmejorable.
Si volvemos a Zaragoza seguro q volvemos.
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