Ambiente y atención estupendos.
En los platos se nota la calidad del producto, en cuanto a sabor por encima de todo nos encantó la milhoja de manzana y foie y muy de cerca el tomate relleno de ventresca con salmorejo y los pimientos del piquillo rellenos de muss de bacalao, aunque estos últimos fuera de carta, nos parecieron un poco subidos de precio.
En cuanto a postres, me quedaría con los canutillos sobre todo por la delicia del helado de violetas, a la milhoja de turrón para mí gusto le falta más sabor al turrón.
En general, disfrutamos mucho de la experiencia y, aunque algún plato nos pareció un poco subido de precio, repetiría y lo recomiendo.
Netter und aufmerksamer Service. Der Seebarsch mit Süßkartoffeln und Pilzen war sehr sehr gut. Die falsche Tomate war OK. Die Vorspeisen sollte man teilen. Leckerer Wein
(Traducido por Google)
Servicio agradable y atento. La lubina con boniatos y champiñones estaba muy, muy buena. El tomate equivocado estaba bien. Los entrantes deben compartirse. Vino delicioso
Comida: la comida estaba rica, bien preparada y presentada, aunque las raciones eran bastante pequeñas…
Local: el local es grande, con varias salas. Es fácil encontrar un rincón chulo que ocupar.
Servicio: cuando llegamos nos hicieron sentir muy especiales. Con nuestra reserva preparada, nos acompañaron elegantemente… pero al llegar el momenro de pedir, el camarero/jefe de camareros/sala nos dio un par de respuestas algo cortantes… se acercó a pedirnos las bebidas, nos explicó el menú, lo que había fuera de carta, y se marchó para darnos tiempo. Volvió y no teníamos nada decidido (lo que pasa cuando llevas 10 años sin ver a alguien y te reencuentras… priorizas al amigo que a la carta). A la tercera pedimos y terminamos la comanda con la frase “si nos quedamos con hambre luego añadimos algo más”, a lo que el camarero nos dejó ver que después tardaría mucho y no era conveniente. El problema es que usó un tono y lenguaje algo mas rudo… aunque cortés.
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