La plaza donde de encuentra es realmente bonita, como todo el pueblo.
La chica que nos atendió, súper simpática y muy amable, nos dijo que no tenían carta para celíacos, pero que tenían pan sin gluten, y que los platos sin gluten, si les decíamos que es para un intolerante al gluten, lo cocinaba por separado para evitar contaminación cruzada.
Tenían menú de 15€ muy bueno que elegimos algunos y otros a la carta que es espectacular.
Las comidas, tanto de sabor como de calidad, excelentes y en trato por las dos personas que nos atendieron fue increíble.
El local parece que sea nuevo, muy bien conservado y muy, pero que muy bonito.
Merece la pena desviarse para ir a comer aquí.
Restaurante céntrico, y con comida variada y diferente, sin duda alguna el plato que mas me gusto fue la ensaladilla de gulas y roquefort.
Para toda la gente que había nos atendieron muy bien
Genial el menú del día 15 euros por persona.
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