Laura Muñoz Echeverría
+5
EXCELENTE. Producto exquisito y de primera, fresco, te enseñan las piezas previa cocina. Pedimos rabas que no resultaron para nada aceitosas. Las mayores cigalas que hemos visto en nuestra vida y un centollo de 2kg. Todo maravilloso y servicio muy atento y agradable. Un obligatorio si vienes a Santander y buscas disfrutar de buen marisco. (No reservan)
Este sitio tiene la particularidad de ser muy pequeño y no admitir reservas por lo que, o estás a primera hora, o te tienes que apuntar a la lista de espera para entrar según van terminando las mesas que han llegado antes que tú.
Eso sí, este modelo que puede parecer algo "antipático" no tiene nada que ver con la calidez y cercanía que te brindan una vez estás sentado.
La comida sencillamente espectacular, tanto en calidad como en la preparación, siempre de forma sencilla respetando totalmente el producto.
Volveré seguro
Parada obligatoria en Santander. 10/10. Producto fresquísimo, de buena calidad y riquísimo. Recomendaría casi toda la carta porque está todo increíble.
No reservan, pero merece la pena esperar a que te den mesa. Es muy pequeñito y acogedor.
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