Es la quinta vez que visito este restaurante y me sigue encantando tanto como la primera.
Ofrece una fusión de comida mediterránea con estilo asiático y de oriente medio. Aunque no tenga una amplia variedad de platos, creo que no le es necesaria, éstos cambian periódicamente dando un toque dinámico y vivo al restaurante.
En esta ocasión, me encantaron las espinacas con langostinos y queso de cabra que con la salsa teriyaki (si no me equivoco) conformaban un sabor bastante bueno. También me pareció muy rica la pastela de pollo, la cual tenía una excelente presentación.
Desde mi punto de vista, es de lo mejor en relación calidad/precio por la zona de Triana. Si estás cerca, no dudes en probarlo.
Todo bien. Para ir y repetir siempre que se pueda.
Platos hechos con cariño e ingredientes frescos. Recomendaría algún plato concreto, pero es que están todos espectaculares.
El salteado de pasta con setas shitakes es una locura. Y la tarta de limón y merengue también.
Se come muy bien, te sorprenderá la variedad de tapas de calidad. Déjate aconsejar por el personal, tienen muchos platos fuera de carta que son una maravilla. De precio muy bien, el restaurante es pequeño pero acogedor. Me sorprendió, muy aconsejable la visita. Lo único negativo el aparcamiento, por la zona es bastante difícil. Todo lo demás, platos, atención, calidad... De 10.
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