Local pequeño con una barra y taburetes, no hay mesas bajas. Tienen una ventana al exterior para pedir Pizza para llevar.
Esta todo muy rico, nosotros pedimos los números 26, 31 y 34. Deliciosas, masa fina y corteza crujiente.
Repetiremos sin duda alguna!
He estado un par de veces en esta pizzería. Por lo que se propone diría un cinco estrellas, pero es cierto que es un espacio limitado. Además, tener en cuenta que la masa de la pizza no siempre es la mejor (sobre todo en las horas punta). Por lo tanto, cuatro estrellas me parece una evaluación más justa. SIN EMBARGO, buen servicio al cliente, precios razonables para la región y buen sabor de las pizzas (excelente salsa de tomate). Recomiendo probar cualquier opción del menú.
Accesibilidad: espacio muy reducido y mesas y taburetes altos. Además, baños en la planta baja. Hay que bajar las escaleras.
Llegamos a parar a este lugar sin saber que era la pizzería más antigua de Madrid, me gustó el concepto de la misma. Un lugar muy pequeño que se centran en un único producto, la pizza.
También cuentan con otras opciones en la carta, como pasta al horno. Las pizzas son medianas y hay bastantes opciones, todas caseras.
El lugar es muy pequeño y cuenta con 2 barras para comer por lo que no debes entretenerte mucho. También cuentan con una ventanilla para la opción take away.
La ubicación es genial y el personal amable.
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