Más que un 5 le ponemos un 6, un 7, un 10. Hay algunos lugares, no muchos por desgracia, donde el amor que se deposita en la tarea se convierte en mimo y en belleza. Aquí todo ha sido armonía, la del entorno, la de las mujeres que llevan el local con empatía, simpatía y esmero, la de los platos sabrosos, sencillos y a la vez bien elaborados... un lujo para los que huimos constantemente del ruido y las prisas sin sentido del mundo actual.
Gracias por vuestra calidad.
Ubicado en la proximidad del horno de pan, este esplendido restaurante-bar apuesta por un manjar innovador y divertido siempre con productos de proximidad de gran calidad y sabor. Abrir los sentidos del paladar con una tabla de curados y un vino de la zona, sorprenderos con sus creps salados, de berenjena, salmon, pollo,... Y sobretodo, un dulce para finalizar. Vuestro paladar rozará el éxtasis en el calido y acojedor entorno que os brinda este lugar. Totalmente recomendable su visita.
Es de lento servicio, y rica comida
Precio razonable, mejorable café y fantásticos entrantes
Si pasas por la N-Ii, merece el desvío, si no tienes prisa y te gusta comer bien
Pendiente volver a probar los crepés
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